bajo el pino
de tus estudiados versos
canto violeta
por si tu silencio me acompañase
mejor que la voz
y la ceguera que nos guio
cuando prometimos no rozarnos
las heridas al acostarnos
cubiertos de nada en excesos de tiempo
(presentía tu huracanada ausencia el reporte meteorológico)
ahora el aire nos arroja como siempre lo hizo
lejos, hondo, dispersos
s i g o b u s c a n d o e s c r i b i r t e m e j o r e s p a l a b r a s
porque el olvido no es
ahora remedio de añoranza
ni brea pegajosa para quitarle
vida al agua, como si todo
fuera la tierra girada
del día que llega
como ingrávidas pompas de jabón
que el pulgar de la noche reventó
con tus ojos de fuego,
tu miedo al cernícalo,
y mis manos de nada.
ahora, nada