La lectura de los textos ocultos, borrados y/o perdidos de un palimpsesto, en un inicio, se dio a través del uso de sustancias químicas que dejaran entrever las huellas de las letras borradas tras el raspado con piedras. Con el paso del tiempo, se emplearon diversas variedades de luces como técnica menos agresiva con los documentos, evitando así la erosión.
‘Hecho en la ucronía de un palimpsesto’ dio inicio a una serie de poemas que se caracterizan por ser tan experimentales como figurativos. La palabra exhibe, así, una vía alternativa a la experiencia.