(presentía tu huracanada ausencia el reporte meteorológico)

bajo el pino

de tus estudiados versos

canto violeta

por si tu silencio me acompañase

mejor que la voz

y la ceguera que nos guio

cuando prometimos no rozarnos

las heridas al acostarnos

cubiertos de nada en excesos de tiempo


(presentía tu huracanada ausencia el reporte meteorológico)


ahora el aire nos arroja como siempre lo hizo

lejos, hondo, dispersos

s i g o b u s c a n d o e s c r i b i r t e m e j o r e s p a l a b r a s

porque el olvido no es

ahora remedio de añoranza

ni brea pegajosa para quitarle

vida al agua, como si todo

fuera la tierra girada

del día que llega


como ingrávidas pompas de jabón

que el pulgar de la noche reventó

con tus ojos de fuego,

tu miedo al cernícalo,

y mis manos de nada.

ahora, nada


fenómeno atmosférico que se repite y se repite y se repite

Hohlraum o la búsqueda de pares artificiales

La angustia, dice,

es la única emoción verdadera;

llena así el vacío

del héroe y su tumba excavada.


No se sabe si alguna vez bailó,

pero en esta cavidad cabemos los dos

por el tiempo ilimitado

que entierran los grillos

en el espacio donde no cavamos más

la luna de borde amarillo en el Cusco

de la noche de naranja circunferencia,

a la cual le proferí tu luz,

y el centro innegablemente blanco,

a la cual le otorgué tu ceguera paliativa

para nublar nuestros conceptos del amor.

Artes gráficas propias

La nada atrapada en nuestras palabras,

solo por el gusto de coleccionar signos,

ha sido escrito en la lengua que murió tus labios.